Mi nombre es Ana Isabel, desde hace algunos años he vuelto a usar el nombre por el que me llamaba mi abuela ANABEL, y así me encontrareis en las redes, cuando sentí su perdida entendí lo importante que era para mi el oír su voz llamándome por ese nombre tan particular. Mi madre, gran mujer y emprendedora, mujer de éxito donde las hayan hizo uso de mi nombre para su negocio y fue un éxito durante toda su vida profesional, así que cuando decido emprender retomo mi identidad como esencia de equilibrio entre mi lado femenino y masculino, donde mis capacidades y mi femineidad se pone al servicio de la imagen de la mujer, para encontrar su belleza física, después de algunos años y de prepararme mucho, hoy también les ayudo a encontrar su equilibrio interno y emocional, para asi unir mente, cuerpo y espíritu, en una visión holística.
Me considero aprendiz eterna y a la vez mentora de todas las capacidades que he adquirido por la experiencia vital y por las intuiciones ancestrales que me acompañan, hija de dos Alquimistas fundadores de su destino, nieta y bisnieta de triunfadores, que he venido a trasmitir la bondad, el amor y la esperanza.